martes, 16 de agosto de 2011

Legalización

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Las plantas hay que cuidarlas, 
Mimarlas, acariciarlas, 
Rociarlas con agua, suavemente. 
A mis plantas les gusta la luz,  
Sea del sol o de la luna 
Y la brisa suave del ocaso 
Por eso las dejo jugar todo el día 
cerca de la ventana, 
Ensimismadas, como las niñas. 

A mis plantas las llamo por su nombre
Penélope y Sofía
Y poco dice el nombre 
De su belleza 
Una es del Tibet, la otra de Santa Marta, 
Pero tienen la misma edad, 
Pues ambas fueron sembradas en el solsticio
Y morirán en la primavera, 
Aunque morir para los hindúes es transmutar, 
Cambiar de estado,
Para volver a nacer, retornar.

Los japoneses dicen que hay que hablarle a las plantas
Como hacen algunas viejitas
Porque las plantas tienen oídos
Entonces como un loco,
me paro frente a ellas a recitar poemas, 
Ya hasta me aprendí de memoria 
el Lamento de Ariadna
y la ROSA DE MELANCOLIA.

Las plantas escuchan atentas…
Y esas noches oscuras
como un mar de tinta.
enciendo el pebetero sobre la mesita de acacia
y pongo a sonar el tocadiscos
A las mías les gusta Debussy, Liszt y Chopin y saben distinguir 
si el nocturno es de Gilels o Arrau…

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